miércoles, 29 de enero de 2014


"Suelta las cuerdas de tus velas. 

Navega lejos del puerto seguro. 

Atrapa vientos favorables en tu velamen.

Explora. 

       Sueña.

            Descubre."


Mark Twain



Y eso hago. He soltado las cuerdas de mis velas y me alejo poco a poco del puerto seguro. Desde el momento en que tomé la decisión de pedir el DNI noruego, de buscar trabajo aquí, de quedarme más allá de mayo. Pero, ¿qué otras opciones creéis que tengo? ¿Volver a España? ¿Buscar trabajo allí? ¿Acabar trabajando de cualquier otra cosa que no sea profesora? O con algo de suerte, ¿seguir dando clases extraescolares y particulares mientras me saco un máster que quizás no pueda ni pagar? ¿Cómo comparar eso con el sin fin de oportunidades que aquí se me ofrecen?



Aun así, que decisión tan difícil. El clima ya no me da miedo. Me encanta la nieve y a la falta de sol me puedo acostumbrar. He conocido a gente increíble que llena cada uno de mis días. Pero, ¿qué pasa con mi familia y mis amigos? ¿Se olvidarán de mí? ¿Dejaré de ser importante para ellos? ¿Me perderé apoyarles en los momentos duros? ¿Me quedaré con las ganas de celebrar las buenas noticias? 



Supongo que es un riesgo que debo correr. 


Ya tengo mi curriculum en Noruego y he visto que varias escuelas de mi zona (incluida una en la que trabajo de vez en cuando) buscan nuevos profesores.  Así que la semana que viene toca recorrerlas todas, curriculum en mano y sonrisa en boca, sin olvidarme de un mini discurso en noruego. Todo para tener que cambiar después al inglés, porque no me veo capacitada para tener una entrevista en noruego todavía. 
Es la primera vez que me voy a vender de esta manera, pero la idea de conseguir una oportunidad me entusiasma tantísimo que muchas noches no puedo ni dormir. 

Sentir miedo es lo normal, ¿verdad? Pero el miedo no me asusta, lo prometo. 









miércoles, 15 de enero de 2014

"No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado, para darte cuenta de cuanto has cambiado tú."
Nelson Mandela



Se acabaron las vacaciones por Spain. Ni más ni menos que veinte días. Veinte días que han dado mucho de sí, aunque no tanto como me habría gustado, desde luego. He cargado mis pilas, que andaban ya flojeando, y vuelvo con más energía y más ganas que nunca. 


Por aquí no para de nevar y en mi casa empieza a sentirse el frío, pero no me desanima. Tengo muchos proyectos en mente que a veces me aturden, pero sobre todo, me mantienen en la brecha y feliz. 


Aún quedan días duros, estoy casi segura. Pero este lugar ya no me parece tan extraño, ni siquiera tan frío. Me gusta mirar por la ventana y ver los copos de nieve caer. Me gusta caminar por la calle y sentir esos copos acumulándose sobre mi ropa de abrigo. Me gusta sonreír a la gente que me cruzo en la calle y que nunca antes había visto en mi vida. 


Sigo pensando que no pasaría el resto de mi vida aquí, ni mucho menos, pero no me parece un lugar tan malo como para pasar una temporada más larga. 


Voy a empezar un curso de noruego. No sé cómo este idioma ha sido capaz de cautivarme tan pronto, pero muero de ganas de poder comunicarme en él.


Sigo con las clases de inglés y me doy cuenta de lo mucho que me falta para conseguir el nivel que me gustaría. Hay tanto que aprender. Tanto trabajo por delante. 


Y comienzan las clases de español, esas en las que intento estrujarme la cabeza para dar todo de mí, para provocar un antes y un después en esos alumnos que empiezan a aprender un idioma tan rico. Y parece que el teatro va a formar parte de ésto.


Mi propósito de 2014 es escribir más a menudo. Así que, aunque no prometo nada, lo intentaré. 


Abrazos para todos y gracias por estar ahí.